NUTRICION DE BOVINOS DE CARNE

Por el Ing. P.A Fabián Nahara y el Lic. Sergio Persoglia Del Staff de Nutri-Net®

 

INTRODUCCION

La energía en la dieta de los animales es un elemento vital que debe estar en la proporción justa en una ración de engorde para que ésta resulte efectiva.

En algunos casos, ante la imposibilidad (o alguna otra razón) de consultar a un especialista, algunos productores preparan sus propias raciones, que en no pocas oportunidades no resultan todo lo balanceadas que deberían ser.

En un caso que hemos conocido en una zona subtropical, precisamente en Paraguay, con un tipo de hacienda que se encuentre muy frecuentemente en el norte argentino, esa situación resultó muy clara y sirve para corregir errores y sacar conclusiones.

 

EL CASO CONCRETO

Un esforzado productor tenía novillos cruza cebú de 250 kilos encerrados en un feed-lot en territorio paraguayo. Comían, por cabeza, unos 20 kilos de silo de maíz de muy buena calidad y 3 kilos de grano de arroz o maíz. Además, disponía como recursos alimenticios de caña de azúcar molida y podía elaborar, también, "leche de soja" (que más adelante veremos de qué se trata).

El hombre estaba preocupado porque sospechaba que su ración necesitaba alguna mejora en materia de proteína. Y no estaba tan errado.

Un análisis del caso de este “feedlotero tropical” permitió determinar que estaba ofreciendo a sus animales una ración de baja energía, por lo menos comparada con los niveles que se acostumbra a usar en Argentina.

Con el tipo de dietas como la que brindaba este señor a su hacienda, en los planteos argentinos se obtienen bajas ganancias de peso y, sobre todo, malos índices de conversión de alimento en carne, un dato clave para que el negocio de engordar a corral resulte rentable.

En los planteos de hacienda en feedlot, normalmente se usa el silaje como fuente de forraje (para hacer su necesario aporte de la denominada “fibra efectiva”) y para prevenir peligrosos disturbios ruminales, principalmente acidosis, que se constituyen en una de las más importantes causas de muerte en los feedlots, con su consecuente implicancia en la rentabilidad del planteo.

Además, la ausencia de los niveles necesarios de fibra efectiva puede producir una acidosis subclínica, que afecta sensiblemente el rendimiento de los animales y, obviamente, los números finales del esquema productivo.

Es por esos motivos que, habitualmente en la Argentina, la cantidad de silo de maíz se limita a entre un 15 y 20% del consumo voluntario del animal. En ese mismo sentido, las cantidades de cereal, que en el caso del productor paraguayo que dio origen a estas líneas se refería a maíz y/o arroz, son casi siempre superiores al 50% de la mezcla que constituye el alimento.

Ahora bien, animales como los de este feedlotero paraguayo deben tener un justo aporte de proteína. Y, dado que la "leche de soja" es una suspensión de 10% grano de soja molido en 90% de agua caliente, que estuvo de moda hace unos cuantos años en Argentina, no sería útil para alimentar hacienda grande, debido a los altos volúmenes del producto que habría que ofrecerle para satisfacer sus necesidades proteicas.

Si a eso sumamos los costos y trastornos que seguramente implica el movimiento del líquido, además de la mano de obra necesaria, concluimos que esa no parece una buena alternativa.

En el caso de estos novillos cruza cebú de 250 kilos de peso, la dieta denominada basal (compuesta por granos y silaje) que tenían aportaba un 8% de proteína, en promedio, mientras que el requerimiento de este nutriente es cercano al 12% para obtener un óptimo resultado.

La semilla de soja seca tiene un 35% de proteína y por esa constitución se convierte en una buena alternativa para ese tipo de hacienda. Novillos como los de este hombre pueden ingerir unos 7 kilos de materia seca por día. La composición de esos 7 kilos de materia seca, para lograr ganancias de peso cercanas al kilo por día, el piso que buscan hoy los planteos rentables de engorde a corral, debería ser:

65% de maíz/arroz,

20% de silaje de maíz

15% de semilla de soja seca.

Esa formulación permitiría aportar un 12,7% de proteína y unas 3 megacalorías de energía metabolizable. Las cantidades de alimento "tal cual" por animal y por día que deberían suministrase vía mixer o el sistema que se utilice serán de:

Maíz = (7 x 0,65)/0,86 = 5,3 kilos.
Silaje = (7 x 0,20)/0,33 = 4,24 kilos
Leche de Soja = (7 x 0,15)/0,10 = 10,5 litros.

En las tres fórmulas mencionadas aquí arriba, 0,86 es el porcentaje de materia seca que se considera para el maíz (es decir, 86 por ciento), 0,33 el del silo de maíz (o sea, 33 por ciento) y 0,10 el de la leche de soja (10 por ciento).

Finalmente, el análisis del caso de este productor nos permite afirmar que deberían tenerse en cuenta tres recomendaciones:

1.- Si se da un elemento líquido como alimento, en este caso leche de soja, se debe tratar de que los sólidos que la componen estén lo mejor dispersos posible en el fluido que tomen, con el objetivo de que todos ingieran la parte nutritiva del mismo.

2.- Conviene ver, si se tiene una materia prima como la semilla de soja seca y molida, si no conviene suministrarla directamente así, sin un proceso que no sólo es costoso, sino que no constituye un aporte valioso para la dieta y, quizás, todo lo contario.

3.- En casi todos los casos, y en este también, se debe tratar de usar una premezcla con minerales mayores, menores y Rumensin, en las cantidades que resulte necesario.

Finalmente, en el caso de la ración de estos novillos cebúes, existía la posibilidad de utilizar un elemento que su propietario tenía al alcance de la mano. Pero no siempre esta situación convierte a esas materias primas en útiles y eficaces para una ración.

Este productor tenía caña de azúcar, que es un recurso poco denso en aporte nutricional, ya que tiene menos de 4% de proteína y menos de 2 Mcal de Energía Metabolizable por kilo de materia seca. Es de utilidad para aportar fibra efectiva, pero no se sugiere usarla en más de un 5% del consumo voluntario de materia seca de animales de esas características.