NUTRICION DE VACAS LECHERAS

Por los Ings. Agrs. Oscar N. Di Marco (Ph.D) y Mario S. Aiello.

(Universidad Nacional de Mar del Plata y Facultad de Ciencias Agrarias de Balcarce)

 

Es aceptado que la actividad de los animales en pastoreo (cosecha de forraje y caminata), puede aumentar significativamente el costo de mantenimiento de los mismos, y se considera que la caminata es la variable que más incidencia tiene en dicho costo.

En la Argentina se ha utilizado un valor del 30% de incremento por actividad para obtener el "mantenimiento operativo" en pastoreo en las equivalencias ganaderas. Por lo tanto prácticas de manejo que minimizan la caminata pueden aumentar la producción de leche.

Existen antecedentes que no encuentran que la caminata afecte negativamente la producción, tanto en ganado de carne como en el ganado lechero.

En nuestro país, si bien no existen estadísticas, se acepta que en los tambos chicos las lecheras caminan 4 km/día. y en los grandes pueden llegar a 8 km/día. (D. Rearte)

El costo energético de la caminata aun genera debates ya que la información obtenida con distintas metodologías es contradictoria.

En animales caminando 1 km de distancia sobre cinta transportadora, el costo de mover 100 kg. de peso es de 50 kcal. relativamente constante entre especies, y variando entre 45 a 60 Kcal. (valores dentro de este rango son utilizados por normas inglesas y australianas de alimentación).

Como ejemplo, una vaca de 500 kg de peso que recorre 6 km/día tendría un gasto extra de energía por caminar de 1500 kcal/día (50x5x6). Esto equivale a un requerimiento adicional de aproximadamente 2000 kcal. de energía metabolizable al día (considerando que la energía de mantenimiento se utiliza con la misma eficiencia que para la lactancia).

Según el sistema inglés, el costo de mantenimiento de este animal es de 11 mcal. de energía metabolizable, por lo cual el caminar elevaría el mantenimiento a 13 mcal EM/día. (l8% aproximadamente).

En términos productivos la demanda adicional de energía equivale a la requerida para producir entre 1,5 y 2 litros de leche, dicha demanda el animal puede compensarla sin efecto en la producción con un consumo adicional de 700-800 g de materia seca por día o a expensas de una leve pérdida de peso corporal.

Según lo expuesto, la caminata conlleva un alto costo energético que al aumentar el costo de mantenimiento puede afectar la producción de leche. Sin embargo en Balcarce, se ha estimado con la técnica de radiocarbono, que el gasto energético de la caminata en terrenos planos es de 9 kcal/km/100 kg de peso y en pendiente de 16 kcal/km/100kg.

La diferencia con los estudios mencionados anteriormente se debe a la metodología aplicada. En Balcarce las mediciones se hacen con animales caminando sobre terrenos naturales y no bajo el estrés que impone el uso de la cinta transportadora.

Se postula que en animales que caminan normalmente sobre terrenos, un 65% de la energía cinética se transfiere de un paso al otro. Este ahorro de energía disminuye el costo energético al caminar.

Aceptando el gasto de energía mencionado (9 y 16 Kcal/km/100kg peso) la energía para mantenimiento del cálculo anterior solo aumentaría del 3 al 5% en animales que caminan en terrenos planos y quebrados respectivamente. Esto afectaría mínimamente la producción de leche, ya que representa la energía requerida para producir entre 0,25 y 0,40 litros/día.

Por otra parte, la demanda extra de energía por caminar podría compensarse con aumentos de consumo de 100 a 200 g de materia seca por día.

Los valores de estimaciones hechas en Balcarce concuerdan con los trabajos que no le asignan mayor importancia a la caminata desde el punto de vista productivo. (Thomson y Barnes, Lamb y col., y Nicholson)

Costo de mantenimiento de vacunos en pastoreo

Resultados obtenidos en Balcarce con la técnica de radiocarbono, demuestran que el aumento del costo energético de mantenimiento en pastoreo depende fundamentalmente de las condiciones en que se realiza el mismo (duración y frecuencia de bocados). En pasturas donde hay severas limitaciones el consumo de forraje debido a la baja disponibilidad y altura, o a una estructura poco favorable de la masa forrajera, el costo de cosecha de forraje puede aumentar considerablemente el costo de mantenimiento (20 a 25%), y la cantidad de alimento extra requerido para compensarlo. Por lo tanto, las prácticas de manejo que posibiliten el mejor control de la altura disponibilidad y/o estructura de la pastura, reducen el tiempo de pastoreo y la frecuencia de bocados disminuyendo el costo extra de mantenimiento de los animales.

Aumento del gasto energético por actividad de un vacuno en pastoreo que camina 6 km/día, en función del tiempo de pastoreo y la disponibilidad de la pastura

Efecto

Pastorea 8hs/día Alta disponibilidad

Pastorea 8 hs/día Baja Disponibilidad

Pastorea 10 hs/día Baja disponibilidad

Incremento total por actividad (pastoreo + caminata)

9%

20%

25%

Proporción del incremento total que corresponde a:

     

Pastoreo

60%

80%

85%

Caminar

40%

20%

15%

De las estimaciones realizadas surge que:

1. El caminar 6 km/día incide en forma mínima en el costo de mantenimiento del animal, con lo cual variaciones en más o menos de la distancia recorrida, dentro de un rango razonable, tienen un impacto de escasa magnitud en el mismo.

2. La condición de la pastura es el principal factor que explica la demanda extra de energía para el mantenimiento. En pasturas de buena condición, dicha demanda también es de escasa magnitud. En cambio, en pasturas de mala condición, el costo extra para cosecha del forraje puede ser importante y afectar negativamente a la producción.

Conclusiones

· No se ha demostrado que la caminata o el trabajo físico afecten a la producción de leche, lo cual contradice los resultados experimentales citados en la bibliografía que indica que la caminata tiene un alto costo energético.

· Los datos obtenidos en Balcarce muestran que el gasto extra de energía por caminar es bajo. Puede ser compensado con un ligero aumento del consumo y por lo tanto, no podría afectar la producción, lo cual concuerda con los trabajos que han medido directamente el efecto de la actividad sobre la producción de carne o leche.

· Conviene señalar que, en algunos casos, la caminata no solamente no ha afectado la producción, sino que, por el contrario, ha mejorado la eficiencia de la alimentación y la perfomance reproductiva de los animales.

· En virtud a todo lo anterior se deduce que las prácticas de manejo destinadas a reducir la caminata no producirían un ahorro de energía suficiente como para mejorar la producción de carne o leche en forma directa. Pueden resultar beneficiosas si tales prácticas implican, por ejemplo, un mejor uso de la pastura.