PRODUCCIONES INTENSIVAS |
Por Francisco Perrota Del staff de Nutri-Net® |
Ya
no es novedad que los residuos orgánicos se procesen por lombricultura.
La acción digestiva de las lombrices rojas californianas (en este caso
la Eisenia Foétida o la Híbrida Californiana) permite procesar
cuantiosos volúmenes de residuos de distinta procedencia.
Para concretar esta actividad, se requiere sólo proceder a un sencillo tratamiento de los residuos: 1º Acopio ; 2º Mezclado y preparación; 3º Pasarlos por una etapa de fermentación; y 4° Armado de los lechos o cunas que pasarán a ser el hábitat natural de las lombrices. Se debe comenzar por tener en cuenta la fuente generadora de residuos, la cual se halla íntimamente ligada al sistema de explotación. Además, debe haber: I) Espacio físico para acopio de residuos orgánicos; fuente de agua para riego; disponibilidad de material celulósico (paja); II) una adecuada población de lombrices para el inicio de esta actividad; III) algunos elementos mecánicos imprescindibles para hacer más eficiente el desarrollo, como ser una pala mecánica, camión , carro volcador, mixer o algo similar para hacer una mezcla homogénea de los residuos. Además, disponer de un invernáculo para la cría intensiva de las lombrices, apuntando a poder inocular prontamente los lechos que van armándose. Este pequeño bosquejo debe completarse con detalles y cifras que harán entendible la razón de analizar el destino que debe dársele a todo residuo orgánico: someterlo a su transformación por lombricultura. Pues bien, en toda explotación animal lo ingerido por cada uno de los habitantes de la misma se traduce en la generación de residuos equivalentes al 50% de lo que han comido. Tomemos como ejemplo un módulo de mil vacunos adultos. Estos generarán entre 3,5 y 4 toneladas diarias de estiércol. Con esta fuente, los mismos pasan a tener una proyección anual de 1.300 a 1.400 toneladas. Por lombricultura, se pasan a obtener no menos de 750 toneladas de humus o lombricompuesto, un material imputrecible, valiosísimo, que actúa como un abono bio-orgánico imprescindible para la recuperación de las áreas de cultivo ya degradadas. Pero aún existe otro gran factor: el crecimiento vegetativo de esta especie, que se reproduce de una manera vertiginosa, pudiendo llegar a multiplicarse por 15 veces en un año, aunque con seguridad lo hará 10 veces. Este crecimiento vertiginoso gravita favorablemente en la explotación, y el valor agregado (el excedente de población de lombrices) permite disponer, después del primer año, de no menos de 1.000.000 de lombrices, o 800 kilos de carne de la misma en forma mensual, lo que da una proyección anual de 9.600 kilos. (las lombrices en estado adulto pesan un promedio de 0,8 gramos cada una). En los años siguientes, va aumentando el excedente, llegando su saturación en el tercero o cuarto año. Hasta aquí hemos señalado los pasos a seguir para transformar los residuos de un feedlot de 1000 vacunos, la cual generaría 800 toneladas de Humus o Lombricompuesto por año. Ese volumen podría ser constante y, a valores de mercado, valdrían 120.000 dólares. A partir del segundo año, contamos con el excedente de población de lombrices, tal como está señalado en el párrafo anterior.
por Humus | 800 toneladas | U$s 150 x tonelada | U$s 120.000 por lombrices | 9.600 kg. | U$s 4 x kg. | U$s 38.400 TOTAL DEL EJERCICIO U$s 158.400
Al margen del atractivo de la ecuación económica, lo fundamental es el aporte que se hace al medio ambiente, ya que por este sistema se deja de contaminarlo, se transforman los residuos, se aprovechan recursos naturales valiosos, se pone a disposición de las áreas de cultivo un recurso fundamental para lograr cultivos orgánicos, para que los consumidores podamos disponer de alimentos libres de componentes químicos. Y a la par, el gran valor agregado que representa la reproducción vertiginosa de esta especie, que tiene salida para las industrias de la alimentación tanto humana como animal. |