NUTRICION DE BOVINOS DE CARNE

Alimentación de Terneros Bolita

Por: Ing. P.A. Fabián Nahara (M.Sc.)

Director de Nutri-Net ®

El engorde de terneros destetados precozmente puede ser considerado como una atractiva alternativa para los establecimientos agropecuarios dedicados a la cría bovina.

Esta práctica tiene, a mi juicio, los siguientes puntos a favor:

Se aprovecha la excelente conversión de alimento a carne de esta categoría de animales. Peterson et. al. (1987), reportaron que los terneros destetados anticipadamente, a los 100 días de vida, tuvieron una eficiencia de utilización de la energía un 43% mayor que los destetados en forma convencional, a los 210 días. Otro trabajo de investigadores de la Universidad de Illinois se muestra en la siguiente tabla:

Tabla 1:

Efecto del tipo de dieta sobre la ganancia diaria de peso en terneros destetados anticipadamente, a los 100 días de edad, o en forma convencional, a los 205 días, con o sin Creep Feeding

 

Destete anticipado

Destete convencional

Parámetro

100% concentrado con 12% PB

100% concentrado con 16% PB

90% concentrado con 16% PB

60% concentrado con 16% PB

Sin Creep Feeding

Con Creep Feeding

Peso inicial (Kg)

149,09

144,09

142,73

144,54

154,54

152,27

Peso final (Kg)

277,27

275,00

277,73

258,64

245,91

253.64

Ganancia diaria de peso (Kg)

1,254

1,282

1,318

1,123

0,900

0,991

Fluharty et. al., (1990)

Se reducen los requerimientos nutricionales de las madres, al interrumpir la lactación en el momento en que comienza a ser alta la demanda de nutrientes.

La curva de requerimientos de las vacas a las que se les sacó sus terneros a los dos meses, tiende a copiar el trazado de la curva de oferta forrajera.

Un estudio hecho en Montana, Estados Unidos (Nickel, 1997), demostró que terneros destetados a los siete meses de edad pesaron sólo 28 kilos más que aquellos destetados tres meses antes. Contrariamente, las vacas que destetaron terneros en siete meses pesaron 60 kilos menos que aquellas que fueron secadas tres meses antes. Las vacas sometidas a destete tradicional perdieron un kilo de peso por cada medio kilo de ganancia diaria de su progenie. Además sus terneros ganaron menos de medio kilo de peso por día.

Se puede ofrecer al mercado un ternero gordo, pesando entre treinta y sesenta kilos más que en los planteos de destete convencional; casi en el mismo tiempo que insume dicha práctica.

El precio por kilo de estos animales excede normalmente el de los terneros de destete convencional. En el ensayo de Fluharty et. al., (tabla 1), los terneros destetados en forma anticipada y encerrados en corrales de engorde fueron novillos con medias reses más pesadas, con mayor marmoleado, y el porcentaje de ellos que dieron clasificación "Choice" o mayor, fue un 27% más que aquellos destetados en forma convencional.

Existe un mercado que demanda activamente los terneros bolita.

Como contrapartida podemos citar lo siguiente:

Es necesario intensificar en forma significativa las instalaciones y el manejo tradicional de la cría.

El destete precoz, o por lo menos anticipado, es una técnica excluyente previa al engorde de terneros bolita, ya que resulta imposible terminar una alta proporción de animales si se arranca por encima de los 140 kilos de peso vivo promedio.

Exige una mayor de demanda de manejo y de recursos económicos (instalaciones, personal, alimentación y sanidad).

Existen pocos antecedentes en la bibliografía internacional sobre el engorde de terneros para su venta como tal. Por lo tanto, la mayor parte de este trabajo se basa en experiencias propias.

En nuestro país, la principal información la encontramos en los ensayos del grupo de investigadores del INTA de Concepción del Uruguay, quienes aportaron valiosa bibliografía en lo que hace principalmente al uso de subproductos zonales (Ingenieros Galli, Monje y Garciarena).

El objetivo de este trabajo es describir, desde la propia experiencia, las técnicas de alimentación consideradas como apropiadas para llevar a cabo un eficiente destete precoz de terneros y su posterior engorde como bolita.

Comenzaremos citando que el tener los terneros a corral durante toda la operación (desde el destete precoz hasta la venta), facilita enormemente la tarea, ya que para lograr la terminación de animales de tan corta edad se necesitan niveles muy altos de energía. Los manejos pastoriles no llegan a cubrir dichos niveles energéticos. La suplementación con altos niveles de concentrados, sobre pasturas, permite lograr una cierta cantidad de animales terminados como bolita (especialmente si la suplementación es mayor al 2% del peso vivo de los animales) pero, de todas maneras, para tener la mayoría de los animales terminados a tiempo, el encierro en corrales es la forma más segura de lograr el objetivo.

Es bastante conocido que el mercado no está dispuesto a pagar altos precios por animales con más de 240 kilos de peso vivo (o medias reses de más de 80 kilos).

Primera fase: Alimentación Inicial (desde el destete precoz hasta los 100 Kg. de peso vivo).

 

Sin entrar en detalles en lo que hace al manejo durante este período, vamos a citar que la alimentación a usarse durante los primeros días es la misma, tanto para terneros que quedan en el establecimiento como para los que son llevados a corrales ubicados en otro sitio.

El alimento de iniciación es de vital importancia para lograr un correcto arranque de los terneros sometidos al estrés del destete precoz. Debemos ser muy cuidadosos en lo que hace a su composición (formulación), y a la calidad de los ingredientes. Los mismos deben estar libres de micotoxinas.

En la siguiente tabla, se puede apreciar el pernicioso efecto que tienen las aflatoxinas (sobre todo la B1 y G1), sobre los parámetros productivos de terneros.

Tabla 2:

Efecto de las Aflatoxinas en el crecimiento de ganado de carne (Terneros de 230 Kg. de peso vivo)

 

Parámetro 0 ppb AF 1000 ppb AF

Ganancia de

Peso (Kg/d) 1,356 0,684

Consumo de ración (Kg MS/d) 6,21 5,08

Conversión 4,58 7,43

(Garret et. al., 1989)

Además, es bien conocido el efecto inmunodepresor de las micotoxinas (debido a una disminuida síntesis proteica). Este efecto puede resultar desastroso si se presenta en terneros de destete precoz, los cuales tienen un aparato inmunológico poco maduro y afectado por el estrés del destete.

Las principales condiciones con que debe cumplir el alimento de iniciación son las siguientes:

Debe ser pelletizado y saborizado para permitir un rápido consumo inicial. Esto previene que los terneros se debiliten y sean más propensos a contraer enfermedades (sobre todo respiratorias), lo que elevará la mortalidad.

Debe tener un 18% de proteína bruta como mínimo.

La proteína usada debe ser de alto valor biológico (se recomienda el uso de harina de soja), ya que el bovino pre-rumiante responde muy bien a la cantidad de aminoácidos, esenciales en la dieta (principalmente Lisina y Metionina).

Se debe evitar el uso de Nitrógeno No Proteico (Urea), ya que el rumen aun no posee la microflora necesaria para hacer un correcto uso del mismo (poca producción de Ureasa y escasa síntesis de proteína microbiana a partir de Amoníaco libre).

La energía metabolizable no debe ser inferior a las 2,90 Megacalorías por kilo de materia seca. Esto se logra con altas cantidades de grano (más del 60%). Se recomienda usar grano de maíz entero, debido a su más lenta fermentación en el rumen.

Se debe usar coccidicida (Decoquinato) para prevenir brotes de coccidiosis o, por lo menos, un Ionósforo (Monensina o Lasalocid) a las dosis habituales.

En corrales de engorde con antecedentes de enfermedades respiratorias o con terneros debilitados que tosen y tienen secreciones nasales, el uso de un antibiótico con acción sobre vías respiratorias es muy recomendable.

El tenor de Calcio no debe ser menor al 0,9%, y el Fósforo al 0,6%. Proveer un 0,25% de Sodio. Los requerimientos de Magnesio y Potasio son normalmente cubiertos con las raciones de uso corriente, sin necesidad de enriquecimiento adicional con esos macrominerales.

Agregar una adecuada cantidad de vitaminas y microminerales, tal como lo describe la siguiente tabla:

Tabla 3:

Fortificación de Vitaminas y Minerales menores para terneros de menos de 100 Kg. de peso vivo:

Nutriente

Cantidad a agregar por Kg. de ración

   

Vitamina A

10000 U.I.

Vitamina D3

2500 U.I.

Vitamina E

7,5 mg.

Vitamina K3

2,5 mg.

Vitamina B1

1 mg.

Vitamina B2

5 mg.

Niacina

12,5 mg.

Vitamina B6

2,5 mg.

Vitamina B12

7,5 mcg.

Ácido Pantoténico

5 mg.

Manganeso

50 mg.

Hierro

125 mg.

Zinc

50 mg.

Cobre

12,5 mg.

Selenio

0,25 mg.

Yodo

0,625 mg.

Cobalto

0,175 mg.

Normalmente, debido a la presentación de esta ración (pelletizada), es comprada a una fábrica de alimentos balanceados.

Una buena parte del éxito depende de la edad y peso al destete. En general se recomienda no destetar animales por debajo de los 60 días de edad y/o 70 kilos de peso vivo (Monje, 1996).

En los trabajos de ese mismo autor, se cita que para el inicio de la vida independiente del ternero se puede comenzar dando un kilo de ración pelletizada por cabeza y por día, acompañada por 250 g. de buen heno (preferentemente alfalfa), también por cabeza y por día. Es importante evitar heno enmohecido o con excesiva cantidad de tallos. Luego se continúa ajustando diariamente la cantidad a suministrar, leyendo los comederos.

En los primeros días, ayuda mucho colocar el heno sin moler en el piso del comedero, esparciendo el alimento pelletizado por encima del pasto seco. Es recomendable no colocar rollos redondos con portarrollos dentro de los corrales, para evitar sobreconsumo de forraje y/o subconsumo de ración (con la menor densidad nutritiva que ello implica).

La administración de cantidades pequeñas de alimento varias veces por día estimula el consumo, a la vez que se mantiene fresca la ración.

Hay que evitar el uso de silajes durante los primeros días de alimentación, debido a su baja palatabilidad, posibilidad de formación de hongos y la baja utilización de los ácidos grasos de cadena corta por parte del inmaduro rumen de los terneros.

Es muy importante la observación del lote de animales durante los primeros días, para apartar a corrales de apoyo a los terneros que no comen, evitando su debilitamiento y posible muerte.
Proveer 25 centímetros lineales de comedero por cabeza, y agua fresca y de calidad a discreción. Limpiar los comederos todos los días, y los bebederos por lo menos dos veces por semana.

Aproximadamente al décimo día, los terneros habrán consumido unos 15 kilos de alimento pelletizado y 3 kilos de heno. En ese momento se puede tomar la decisión de dejar la ración comercial y pasar a usar una hecha en el establecimiento (no pelletizada), para lo cual hago dos recomendaciones importantes:

El perfil nutricional de la ración autoelaborada debe ser igual al de la comercial.

Mezclar gradualmente ambos alimentos hasta llegar a un mayor consumo del alimento autoelaborado a partir del cuarto día (por ejemplo: 75/25, 50/50 y 25/75).

A partir del día 15, deberíamos bajar el aporte inicial de fibra (20%) a un nivel compatible con lo recomendado para el engorde a corral (8 al 10%). Este nivel se mantendrá hasta el final y, de no haber problemas de manejo de comederos, nos asegurará un correcto funcionamiento del rumen y evitará la aparición de acidosis.

La primera fase queda completada cuando los animales alcanzan los 90 o 100 kilos de peso vivo, momento en el cual se puede comenzar a dar un alimento de menos densidad nutritiva y, por consiguiente, más económico.

Segunda fase: Período de Recría (desde los 100 Kg. hasta los 160 Kg. de peso vivo).

Esta etapa abarca unos 50 días, considerando que con un apropiado manejo y una correcta ración los terneros pueden ganar 1,2 Kg. de peso por día.

La alimentación de este período tiene por objetivo lograr un buen desarrollo óseo y muscular de los animales, para ser complementado con la deposición de grasa de la etapa siguiente. Si el alimento de la segunda fase fuera inadecuado, los terneros se terminarían muy chicos, debido a la falta de desarrollo previo, con la consiguiente pérdida económica que ello implica.

Por lo tanto, es importante atender correctamente los relativamente altos requerimientos de proteína y minerales que el desarrollo óseo y muscular demanda.

La ración en esta etapa debe reunir las siguientes condiciones:

- Debe tener un 15% de proteína bruta como mínimo.

- Si bien ya se puede prescindir de la harina de soja, sería deseable no usar aun Nitrógeno No Proteico. Una fuente de proteína de aceptable calidad como es la harina de girasol, los subproductos de cervecería (brotes o heces de malta), o de extracción de jarabe de maíz (gluten feed); son suficientes como para producir buenas ganancias de peso diario, aportando proteína de aceptable calidad y más económica que la proveniente de la harina de soja.

- La energía metabolizable no debe ser inferior a las 2,90 Megacalorías por kilo de materia seca.

- Se debe usar un Ionósforo (Monensina o Lasalocid) como mejorador de la fisiología ruminal (previene disturbios) y de la conversión alimenticia a través de la modificación de la fermentación en el rumen (mayor producción relativa de ácido propiónico, que es precursor de la glucosa).

- El tenor de Calcio no debe ser menor al 0,7%, y el Fósforo al 0,5%. Proveer un 0,25% de Sodio. Los requerimientos de Magnesio y Potasio son normalmente cubiertos con las raciones de uso corriente, sin necesidad de enriquecimiento adicional con esos macrominerales.

- La fortificación de la ración con vitaminas hidrosolubles ya no es necesaria (los microorganismos del rumen las sintetizarán en cantidades adecuadas). Es recomendable, no obstante, mantener los niveles de vitaminas liposolubles (A, D3 y E) y de microminerales.

 

Durante esta etapa, la conversión de alimento en carne puede llegar a valores tan atractivos como, por ejemplo, 3,25 kilos de materia seca ingerida para producir un kilo de carne.

Tercera fase: Período de Terminación (desde los 160 Kg. de peso vivo hasta la comercialización).

La terminación de los animales con un estado óptimo para el mercado puede verse influenciada, sobre todo, por el sexo de los mismos y, en menor medida, por la conformación corporal (o "frame") y la raza (los mestizos tienen mayor precocidad que los cruzas).

En el caso de las hembras, es común que estén listas para la venta con 20 a 30 kilos menos de peso corporal que los machos (190 a 210 kilos versus 220 a 240 kilos).

La alimentación de este período tiene por objetivo lograr un alto grado de engrasamiento, tanto de cobertura como de marmoleado. Para ello, el alimento debe ser relativamente bajo en proteína y con alto nivel energético.

La ración en esta etapa debe reunir las siguientes condiciones:

 

- Debe tener entre 12 y 13% de proteína bruta.

- La energía metabolizable no debe ser inferior a las 3 Megacalorías por kilo de materia seca.

- Se debe usar un Ionósforo (Monensina o Lasalocid) a las dosis habituales.

- El tenor de Calcio no debe ser menor al 0,6%, y el Fósforo al 0,4%. Proveer un 0,25% de Sodio. Los requerimientos de Magnesio y Potasio son normalmente cubiertos con las raciones típicamente en uso, sin necesidad de enriquecimiento adicional con dichos macrominerales.

- Es recomendable la fortificación con microminerales.

 

Durante esta etapa la conversión de alimento en carne es de aproximadamente 4,40 kilos de materia seca ingerida para producir un kilo de carne.

Tabla 4:

Análisis técnico y económico del ciclo completo del Ternero Bolita:

Compra:

 

Peso de compra (Kg./cabeza)

70

Precio de compra ($) (Final)

1.60

Valor de compra ($/cabeza)

112

   

Gastos Directos:

Sanidad ($/cabeza)

5.00

Suplementación:

 

Kilos ganados/cabeza/ciclo

161

Ganancia diaria de peso (Kg./día)

1.200

Días de engorde

134

Conversión (Tal cual)

4.5:1

Kilos de alimento consumido/cabeza/ciclo

724.50

Precio del alimento ($/Kg. tal cual)

0.085

Gasto de suplementación ($/ciclo)

61.583

   

Venta:

 

Peso de Venta (Kg./cabeza)

220

Precio de Venta ($) (Final)

1.05

Valor de la Venta ($/cabeza)

231

Gastos de estructura/cabeza/día

0.15

Gastos de estructura/cabeza/ciclo

20.13

Utilidad por cabeza/ciclo

32.29

Algunos puntos a destacar en lo que hace a la tabla precedente son:

El precio del alimento es un promedio de los valores de las raciones en uso en cada uno de los tres períodos, ponderándolo por el consumo aproximado de las mismas.

Los días de engorde incluyen un 5% adicional sobre el peso de salida, en concepto de desbaste.

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