AVICULTURA

Dr. Héctor Omar Arbiza Gerente de Producción Granja Tres Arroyos

La avicultura argentina en los últimos años ha mejorado sus instalaciones y equipamientos. También se ha visto beneficiada por interesantes avances nutricionales y genéticos.

De las instalaciones nuevas o reconvertidas el punto débil lo constituye el bajo aislamiento de techos y laterales del galpón. A esta deficiencia se le suma el alto costo de la energía para generar calor. El combustible más económico y el utilizado casi en el total de las granjas es el gas.

La literatura consultada poco habla sobre este tema, pero quienes han visitado Estados Unidos o Europa, en zonas geográficas de inviernos tanto o más rigurosos que el nuestro, comprobaron que era utilizada una cantidad de espacio muy superior a la aplicada en la avicultura argentina. Lo normal en aquellos países, es la crianza a todo lo largo del galpón o limitando con brooders durante los primeros días, pero haciendo una mayor utilización del espacio si lo comparamos con nuestra forma de criar. Si quisiéramos repetir esa forma de manejo foránea se nos elevarían excesivamente los costos y no se podría alcanzar las temperaturas de confort durante los primeros días, debido a la falta de aislamiento previamente citada. Esto afectaría el aparato respiratorio de las aves, e incluso durante algunas noches podría ocurrir accidentes de hacinamiento y mortandad.

La cría en época invernal en nuestro país nos obliga a practicar un manejo diferente. Se debe tratar de reducir espacios, pero esto tiene un límite, ya que no se debe restar disponibilidad de comederos y bebederos y confort para las aves.

Disponibilidad: es la mayor o menor oportunidad en hacer uso del espacio (volumen de aire) e implementos (bebederos, comederos, campanas),

Cuando se maneja una alta densidad la oferta de agua y alimento será menor. La competencia es mayor, se limita el crecimiento, disminuyen los aumentos diarios de peso y las conversiones se ven afectadas desfavorablemente.

El confort estará dado por la facilidad con que las aves encuentren alimento, agua y se mantenga una temperatura compatible con la edad de las aves (temperatura de confort). Esta debe mantenerse constante durante todo el día.

La calidad del aire será otro aspecto a tener en cuenta. Esto es importante para mantener la sanidad y el normal crecimiento de los animales. De la composición del aire nos interesa que el oxígeno se mantenga en los valores más altos posibles, y que el monóxido de carbono, dióxido de carbono y amoníaco estén presentes en los porcentuales más bajos posibles.

A mayor densidad de aves en el galpón, la calidad del aire es muy crítica y requiere que nos ocupemos de corregir y manejar la ventilación con mucha atención.

De gran ayuda para un correcto manejo de la calidad del aire, resulta el uso del sistema de ventilación de mínima. Su instalación tiene un costo del 10% del valor de un galpón instalado con un buen equipamiento y en nuestro país recién comienza a utilizarse.

Cuando se recurre a la practica del uso de túnel (paredes interiores de rafia o plastillera a uno o más metros del lateral permanente) es frecuente encontrar un deterioro de la calidad del aire y de la cama. Lo primero se puede corregir con ventilación de cortinas y túnel aprovechando las horas del día de temperaturas más altas y cuando el viento no incida demasiado (esto es después del medio día). En cuanto a la cama mucho tiene que ver la ventilación que no siempre es posible practicar, principalmente por días húmedos y ventosos.

Del control de planillas de producción de diferentes granjas, se observa que aquellas posicionadas en los primeros puestos de costo y productividad son las que se manejan dándole importancia a los espacios acorde con la edad del lote.

De las pruebas de campo se concluye que las densidades óptimas para condiciones consideradas normales de instalaciones y de equipamiento son las siguientes:

MÁXIMA DENSIDAD PARA ÉPOCA FRIA

EDAD (Días) Aves x m² % del galpón
1 a 2 50 20
3 a 7 30 33
8 a 14 20 50
15 a 21 13 75
22 a 28 10 100

*El presente trabajo fue preparado para difusión a productores integrados y resultó de un análisis de resultados productivos de 345 granjas que durante dos años en época invernal efectuaron entre dos y tres crianzas. Por consiguiente esta serie de comentarios se refieren a condiciones de crianzas y manejos muy diferentes en donde los mejores resultados se obtuvieron cuando los lotes fueron manejados aplicando los procedimientos que aquí se señalan.