NUTRICION DE VACAS LECHERAS

Por ANTONIO GONZÁLEZ RODRÍGUEZ (1) y ORLANDO VÁZQUEZ YAÑEZ (2)

 

¿Qué es la urea?

La urea es un producto final del metabolismo de las proteínas. La proteína que la vaca no utiliza para su mantenimiento y producción, se descompone en amoníaco, que es muy tóxico para las células, convirtiéndose en urea en el hígado que entra en el flujo sanguíneo y que bien puede reciclarse en el rumen o excretarse en la orina. Cuando se produce urea, esta se difunde en todos tejidos del cuerpo de la vaca y aparece en la leche. Hay una relación directa entre la cantidad de proteína ingerida y la concentración de urea en sangre y leche.

¿Porqué medir la urea en leche?

Partimos de la evidencia de que las concentraciones de urea en leche son similares a las de en sangre. Siendo mas fácil obtener las muestras rutinarias de leche, lo que permite un asesoramiento continuo de la urea.

El análisis de urea en leche puede ser usado como indicador de problemas potenciales en la alimentación de las vacas. La urea es otro componente mas de la leche y por comparaciones con los contenidos de grasa y proteína en un momento dado, se pueden identificar problemas nutricionales.

En general, el exceso de urea refleja excesiva proteína bruta en la dieta o bajo nivel de carbohidratos no fibrosos degradables en el rumen. Estos carbohidratos, generalmente almidón y otros azúcares, son poco disponibles cuando se da poco grano o mal procesado, por ejemplo silo de maíz con grano duro.

Entre los factores que influyen en la concentración de la urea en leche se incluyen: la ingestión de proteína total, la proteína degradable en el rumen, la energía, el agua, el funcionamiento del hígado, y la excreción de orina.

¿Qué consecuencias tiene qué se produzcan altas concentraciones de urea en leche?

Las vacas necesitan alimentarse con un adecuado nivel de proteína para obtener la máxima producción de leche, y desde luego que un exceso de ingestión de proteína no aumenta la producción de leche.

La síntesis de urea en las vacas para degradar el exceso de proteína y excretarlo, les resta energía para otras funciones como la producción de mas leche. Un nivel excesivo de urea puede indicar un desequilibrio proteico, o una mala relación proteína y energía por una escasez de hidratos de carbono. Estos son los llamados glúcidos o azúcares, responsables de la energía de la ración y deben tener una relación directa con la proteína de la leche, porque son empleados por los microorganismos del rumen para sintetizar su propia proteína, que después será utilizada por la vaca al pasar estos al intestinos donde se degradarán y se absorberán.

El nivel alto de urea en el útero es tóxico al esperma y a los embriones lo que puede causar infertilidad. Asimismo, parece que excesivos niveles de proteína en la ración están relacionados con caídas en los porcentajes de gestación por inseminación.

Los altos niveles de urea en sangre, parece que reducen la eficacia del sistema inmunitario de la vaca y, por tanto presenta mayor disposición a enfermedades.

¿En qué consiste el test de urea en leche?

Se trata de un moderno análisis realizado sobre muestras de leche, con un aparato llamado Milkoscan y que en Galicia es realizado por el LIGAL.

La concentración de urea en leche debe servir como una herramienta para evaluar el metabolismo de la proteína. Esto permite a productores y técnicos conocer cuando una ración puede ser la causa de algún trastorno productivo o sanitario.

El test de urea puede realizarse de modo continuo y paralelo a la determinación de grasa, proteína y otros componentes de la leche y ayudará a reconocer cuando hay un cambio en el equilibrio proteína-energía de la ración, y proceder entonces a su ajuste.

Sin embargo en la búsqueda del equilibrio de la ración no debe olvidarse evaluar antes el programa total del manejo del alimento.

El objetivo en la formulación de raciones consiste en encontrar un equilibrio apropiado de la digestión y absorción de los nutrientes necesarios para el nivel deseado de mantenimiento y producción de leche del animal.

En definitiva, si tenemos problemas productivos, debemos asesorarnos con un profesional para interpretar este test de urea y así evaluar la ración del rebaño.

El beneficio que nos aporta el test de urea se basa en que la proteína suele ser el ingrediente más caro de la ración de las vacas lecheras. Muchas explotaciones en Galicia sobrealimentan proteína en un 10-20%, lo que supone un gasto inútil, que al ser identificado, se puede reducir significativamente.

¿Cuándo mandar a analizar la urea en leche?

El test de urea precisa ser caracterizado según el tipo de rebaño y el tipo de forraje que constituye su principal alimentación. Es bueno tener una serie de datos de urea del rebaño propio en distintas fases de la lactación. Las muestras individuales son mejores que las del tanque como pasa con las muestras para el conteo de células somáticas.

Se puede encontrar uno así con una gran cantidad de muestras, necesarias al principio para caracterizar el propio rebaño, pero luego se pueden reducir las muestras a 3-4 veces por año. En rebaños numerosos al menos se debería tomar el 10% de cada grupo de vacas, para el tamaño medio de los rebaños gallegos pueden analizarse todas las vacas.

Para hacer grupos de vacas a analizar tendremos en cuenta que las vacas de alta producción suelen dar valores mas altos de urea que las de baja producción y las de las primeras lactaciones mas que las de lactaciones tardías. Asimismo hay que distinguir las vacas que están en el periodo desde el parto a los tres meses de lactación , ya que son mas afectadas en su índices reproductivos por una incorrecta alimentación.

Cuando ya se conocen los niveles de urea en nuestras vacas, se llega a la rutina de muestreo cada 3-4 meses. Sin embargo, buscando asesoramiento, debería hacerse en ciertos momentos como:

- Cuando hay un cambio importante en las raciones. Esto ocurre si se cambian los ingredientes o si la concentración de un nutriente cambia considerablemente, como por ejemplo al aumentar la proteína bruta.

- Cuando las vacas salen al pasto. Se debe reformular el suplemento de la mezcla o grano, normalmente bajando la proteína, para evitar altos niveles de urea.

- Cuando se usa un nuevo forraje. Esto es especialmente importante para silos con proteína alta y henos como la alfalfa con alto nivel de proteína bruta degradable.

- Cuando se reduce el tamaño de partícula o se aumenta el contenido de humedad en forrajes y granos, lo que puede alterar la utilización de la proteína y carbohidratos en el rumen, y por consiguiente los niveles de urea en leche.

- Es importante considerar la realización del análisis de urea si se observa una bajada en la tasa de concepción del rebaño, si disminuye la proteína de leche, o si cambia la consistencia de las heces. Las deyecciones flojas y mucosas o un olor fuerte a amoníaco en la orina (perceptible en la sala de ordeño) pueden ser señales de una alimentación inadecuada de proteína y carbohidratos. Este test puede ayudar al diagnostico del problema y sus causas.

¿Cómo interpretar los valores de urea?

Lo primero a tener en cuenta antes de cualquier interpretación de datos de urea es el programa de alimentación del rebaño, y en especial los niveles de ingestión de energía y proteína para los rendimientos deseados.

Si el nivel de urea de una vaca resultó alto, ver primero si en ese muestreo de leche no existe un recuento celular alto o si hubo cambios en otros componentes de la leche que pueden ocasionar que el test sea rechazable. Antes de decidir si se necesitan cambios de alimentación, mirar antes los problemas de todo tipo que puedan existir en cada vaca, siendo buena idea repetir este muestreo al mes siguiente.

Los datos de Cornell e Illinois señalan un promedio del rebaño de 250 a 380 mg de urea/kg. de leche y un promedio individual de vacas de 170 a 540 mg/kg. La variación (desviación estándar) para muestras individuales en la media del rebaño debe ser de 8 mg/kg., o sea, el 40% de las vacas no deben de estar 16 mg/kg. por encima o debajo de la media del rebaño.

Cuando encontramos un valor alto de urea (mayor de 380 mg/kg.) indica:

-que la proteína bruta es muy degradable,

- que los carbohidratos no fibrosos (CNF) fermentables en el rumen son demasiado bajos,

- y(o) que la proteína y los CNF no están combinados adecuadamente en la dieta.

Con estos niveles de urea la tasa de concepción ha disminuido un 15-20 % o más.

Un valor bajo de MUN (menos de 250 mg/kg.) indica:

- que la proteína bruta de la dieta es baja.

- y(o) que los niveles de CNF fermentables en el rumen son altos.

Un bajo nivel de urea en leche puede asociarse con una disminución de producción de leche y de proteína de la leche.

Se podrían resumir los resultados en otros países en la siguiente tabla. Encontramos como rango normal de 150 a 300 mg de urea/l de leche. Este rango se incrementa en mayo y aún mas en junio. Los valores de urea se relacionan con la el porcentaje de proteína de la leche por lo que se debe tener en consideración para conocer el equilibrio de la dieta.

CONTENIDO EN LECHE CONTENIDO EN LA DIETA

Proteína mayor de 3.2 %

Urea menor de 150 mg/l EXCESO DE ENERGÍA

Urea entre 150 y 300 mg/l RACIÓN OPTIMA DE FORRAJE

Urea mayor de 300 mg/l EXCESO DE PROTEÍNA

 

Proteína menor de 3.2 %

Urea menor de 150 mg/l CARENCIA DE PROTEÍNA

Urea entre 150 y 300 mg/l CARENCIA DE FORRAJE

Urea mayor de 300 mg/l CARENCIA DE ENERGÍA

Parece ser pues que los niveles "normales" dependerán de mas factores que la relación proteína-energía de la ración, aunque lo mas importantes están en la dieta aportada.

También se deben considerar factores como el número y período de lactación, producción de leche, tiempo de ordeño, número de ordeños, conservación de la leche, raza, peso y mamitis, que casi cada granja debe caracterizar.

No es de extrañar pues que el parámetro de la urea varíe de país a país, como sucede en Baviera respecto a otras partes de Alemania, simplemente por la distinta raza de vaca de ordeño.

TRABAJOS EN GALICIA

Se estableció un convenio entre el Centro de Investigaciones Agrarias de Mabegondo (CIAM) y el Laboratorio Interprofesional Gallego de Análisis de Leche (LIGAL) para la determinación de valores de urea en ensayos con vacas alimentadas con distintos niveles y tipos de proteína bruta en los concentrados de la ración tanto en establo con silo como en pastoreo en Galicia. Las mismas determinaciones se hicieron en 23 explotaciones comerciales.

Con los rebaños de Mabegondo se realizaron diversos ensayos con las vacas de partos de primavera y con las de otoño. Podremos resumir los principales resultados:

Ensayos en vacas con partos de otoño

En el primer año se trabajó con un grupo de novillas, sincronizadas para parir entre octubre y noviembre, estabuladas con silo de hierba y suplementadas desde el parto con 5 kg. de concentrado con un 15% de proteína bruta (PB).

Durante los meses de marzo, abril y mayo, se distribuyen las vacas en cuatro grupos y se ensayan dos niveles de PB en el concentrado, que nos da una proteína en la ración del 14 % PB y 19 % PB con dos niveles de degradabilidad de la proteína 60 % y 70% El mismo ensayo se repitió el año siguiente en condiciones similares durante los meses de febrero y marzo.

En ambos años la proteína bruta del silo fue de un 11% y las raciones tuvieron el mismo nivel de energía y carbohidratos

Los resultados de contenido en urea fueron similares en ambos años. Hubo una respuesta muy significativa a los estos dos niveles de proteína del concentrado, cuando la proteína en la ración fue baja se obtuvieron 200 mg de urea/kg. de leche, que supone el mantenimiento del nivel previo anterior al tiempo del ensayo. Con un alta proteína, la urea fue de 350 mg/kg.

No hubo respuesta en producción ni en contenido proteico de leche, estando este por debajo del 3,2 %, en ambos años, lo que ha supuesto una elevación inútil del porcentaje de proteína de la ración. Hubo una tendencia a una mayor producción de leche con las raciones con proteína poco degradable (bypass).

En otro ensayo con vacas de partos de otoño, que pastaron el pequeño rebrote de pradera (15% PB) existente en diciembre y enero, y suplementadas con 5 kg de concentrado (15% PB), producían 22 litros /vaca. Aumentando a 6 kg. de concentrado del 19% PB se incrementa la leche a 26 litros/vaca en estos meses, se divide el rebaño en dos grupos: el primero con un nivel de carbohidratos no fibrosos (CNF) del 27% en la ración y el segundo con un 35% CNF manteniéndose la producción de leche, hubo una tendencia a incrementar la proteína en leche al 3,2 % y la grasa al 3,7 % en el segundo grupo, disminuyendo el contenido de urea en leche de 325 mg/kg. a 305 mg/kg. respectivamente.

Ensayos en vacas con partos de primavera

La mayor parte del rebaño de Mabegondo tiene los partos agrupados a final de invierno, enero, febrero y marzo, y salen en seguida al pasto con 5 kg./vaca de concentrado (18% PB). Durante los meses de abril y mayo las vacas producían 22,2 litros/vaca. La urea en leche fue de 130 (mg/kg.). Esto parece indicar mas que puede haber un alto nivel de carbohidratos no fibrosos en el rumen lo que permite utilizar mejor la proteína degradable en el pasto. Los resultados fueron similares reduciendo el concentrado a 2 kg. y añadiendo 2 kg. de pulpa de remolacha a la ración.

En el mismo año, a partir de junio y hasta finales de agosto, cuando la calidad del pasto comienza a disminuir, hasta unos niveles del 9,2 % PB, las vacas se dividieron en 4 grupos de diferentes niveles de proteína bruta en la ración:

A: 14% PB B: 17% PB C: 20% PB D: Sin concentrado al pasto.

Los niveles de urea en leche cuando las vacas están en pastoreo y a pesar del bajo nivel de proteína del pasto sin suplementar (grupo D) fue de 244 mg/kg. con una producción de leche de 15,3 litros/vaca.

El incremento de proteína del concentrado supuso una elevación significativa de la producción de leche a 18,8 l/vaca. incrementando el nivel de urea en leche a 295, 317 y 362 mg/kg. para los tratamientos A, B y C. Sin embargo solo el B (17 % PB) consiguió un nivel de proteína en leche de 3.2 %, diferente a los otros grupos, 3,0 % PB.

En el siguiente año los tratamientos se aplicaron desde marzo a julio. El aporte de concentrado elevo también la producción de leche de 25.0 l/vaca sin concentrado a 28,3 l/vaca. La urea en leche de las vacas solo en pasto fue de 207 mg/kg., al incrementar el concentrado, la urea en leche fue 143, 172 y 255 mg/kg. respectivamente. También este año el tratamiento B (17% PB) consiguió significativamente el mayor nivel de proteína en leche, 2,97 % respecto a los otros tres grupos. Los niveles de urea fueron menores este año que el anterior al estar las vacas en un estado de lactación mas temprano con un pasto mas bajo en fibra.

Determinaciones de urea en fincas comerciales

Se muestrearon en primavera los tanques de frío de diversas explotaciones, con una media de 320 mg/kg. de urea en leche. Se podían agrupar las granjas en dos grupos: las de alimentación menos intensiva con 250 mg/kg. de urea y niveles de proteína en leche de 3,26 % y de 4,17 % de grasa, y las granjas mas intensivas, de 330 mg/kg. a 450 mg/kg., con 3.03 % PB y 3,8 % grasa en leche.

Una media de 1900 muestras de vacas individuales, tomadas en julio, septiembre y octubre, presentó un contenido de urea en leche de 290 mg/kg. , con niveles de 3,29 % PB y 3,76 % grasa en leche.

Se realizaron también mas de 4000 muestras semanalmente de marzo a agosto, principalmente en explotaciones de alta producción (>7000 kg./vaca/año) con alimentación intensiva, obteniendo una media de 340 mg/kg. , con 3,18 % PB y 3,65 % grasa en leche.

En muestras de enero a abril en granjas con alimentación menos intensiva y producciones mas bajas, se obtuvo una media de 190 mg/kg. , con 3,23 % PB y 3,87 % de grasa en leche.

Se establece en general una correlación positiva entre los datos de urea y la producción de leche de las granjas. En las explotaciones con mayores conteos de células somáticas tiende a bajar la urea en leche. Sin embargo los altos valores de urea no siempre se dan en explotaciones con mayores producciones, mostrando en estos casos ineficiencia del aporte energético de la ración.

Conclusiones

Las experiencias descritas en estos trabajos parecen confirmar la alta relación entre el nivel de urea en leche y el metabolismo de la proteína de la vaca lechera, así como su relación con la energía.

Por lo tanto, esta técnica de detección de urea en leche es una herramienta de gran interés para evaluar y corregir la alimentación que se suministra al rebaño, y de esta forma poder prevenir perdidas de producción, problemas en la reproducción o corregir a tiempo problemas sanitarios. Además es un método rápido y barato al poder ser realizado simultáneamente al análisis de proteína y grasa en leche.

Esta herramienta ya está disponible en Galicia a través del LIGAL, y parece recomendable su empleo en rebaños de alta producción que emplean una alimentación intensiva con cierta periodicidad, dado el elevado peso económico que supone esta alimentación en las explotaciones.

(1) Del CENTRO INVESTIGACIONS AGRARIAS MABEGONDO

(2) Del INSTITUTO LÁCTEO GANDEIRO GALEGO

* (Tomado de la lista de discusión VACAS-L)

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